El año 2007 ha cerrado con grandes titulares de prensa: “La crisis acecha a la economía española”, “La crisis del ladrillo lastra a las inmobiliarias”, “El temor a recesión hunde la bolsa española”… Ahora ya no hay duda: La recesión ha llegado: el sector inmobiliario, entre otros… vive momentos de importantes turbulencias. Pero hemos de ser optimistas y estar tranquilos: Esta situación no tiene por qué afectar a nuestro negocio. Al menos, no negativamente.
En estos casos, una parte de las empresas mejora exponencialmente sus resultados. Pero para ser de la minoría ‘vencedora’, de los que consiguen sortear con éxito la crisis y alcanzan también mejores resultados en tiempos de bonanza, hay que saber qué hacer y cómo hacerlo.
En Improven estamos acostumbrados a ayudar a nuestros clientes a adaptarse a ‘nuevas situaciones’, ya sean producidas por la economía en general, su mercado en particular o la situación por la que atraviesa determinada empresa. Aprender a gestionar no es fácil…es imprescindible tener un plan estratégico y ejecutarlo correctamente.
Seguir el ‘guión’ en momentos de cambio nos dará tranquilidad y evitará que tengamos momentos de pánico. Pero cuando lleguen esos momentos en los que nos los cuestionamos todo, es necesario ser más analítico…y si es necesario, llegar a cuestionarnos qué hacemos, cómo lo hacemos y por qué lo hacemos. Si es necesario, analice los negocios en los que está presente, y estudie oportunidades de inversión.
Cuidar las relaciones (clientes, proveedores, empleados…) con el entorno es otra de las estrategias en estos momentos. Hay que ser muy consciente de los riesgos y oportunidades que nos dan estos jugadores clave. La nueva situación también afecta a las políticas de clientes, proveedores o banca. Centre sus esfuerzos en quien de verdad interesa, sus mejores clientes. Aproximadamente el 30% de los clientes no son rentables. Identificarlos y replantear las condiciones con ellos es una fuente de rentabilidad. En cuanto a sus empleados, retenga el talento, será clave en estos momentos.
Recortar costes en lo menos necesario ayudará a superar el bache. Pero, ¿qué es lo menos necesario? Hay que reducir costes con una clara visión en el largo plazo y valorando siempre el valor percibido por el cliente.
Por último,… ¡acción! Es el gran desafío en las empresas. Siguiendo estas recomendaciones estará en el grupo de los afortunados que mejoran sus resultados en momentos turbulentos… ¡Ahora sólo falta hacerlo!
Eduardo Navarro (socio director de Improven)